El ahorro a la hora de conducir se puede conseguir de muchas maneras. En el seguro, a la hora de repostar carburante, eligiendo unos repuestos, o directamente comprando, por ejemplo, coches de ocasión como los de DriveOn. Una de las formas más sencillas (y seguras) de ahorrar se consigue mediante la conducción eficiente.
Para ahorrar combustible es recomendable seguir las pautas que te presentamos a continuación. Además de conseguir este ahorro, algunos de estos consejos también tienen relación con la seguridad vial.
Al comenzar o reanudar la marcha después de un stop o un semaforo, no es necesario salir pisando el pedal del acelerador. Esto produce un consumo innecesario de carburante. Para una conducción eficiente, sal simplemente con el embrague.
A colación del consejo anterior, usar la primera marcha sólo en los primeros metros a partir del arranque. Sin abusar del acelerador, cambiar a la segunda marcha cuando la situación lo permita.
Mantener una distancia de seguridad con los vehículos delanteros es esencial para la seguridad vial. Pero, además, también nos permite mantener una velocidad constante y no tener que acelerar o frenar bruscamente para ajustarnos al tráfico y así ahorrar combustible.
Mantener marchas más largas permite conducir a menores revoluciones, lo que es recomendable para ahorrar combustible. Es ideal, pero recuerda hacerlo siempre con seguridad. Si transitas en vías urbanas, es probable que sea necesario un cambio constante de marchas, por lo que este consejo se ajusta más a la conducción de vías interurbanas.
Si sigues los anteriores consejos, este te parecerá obvio. Al acelerar, hazlo de forma progresiva, nunca pisando el pedal a fondo. A la hora de cambiar de marcha, lo recomendado es hacerlo cuando las revoluciones estén entre 1.500 - 2.500 en coches de gasolina, y 1.300 - 2.000 en el caso de diésel.
En el momento de tener que frenar, el hecho de tener espacio para hacerlo (cumpliendo las distancias de seguridad) nos da opciones más eficientes. Quitando el pie del pedal del acelerador (con la marcha puesta), el motor actúa de freno, sin consumir nada de carburante.
Pese a que en las subidas está recomendado forzar más de lo normal las marchas para tener siempre el control del vehículo, en las bajadas sí se puede ahorrar. Si mantienes marchas largas y consigues conducir el mayor tiempo posible mediante la inercia del desnivel, conseguirás ahorrar combustible.
Recuerda no perder en ningún momento el control del vehículo. Y, por supuesto, no poner el punto muerto, ya que esto resulta muy peligroso.
Además de las ventajas tangibles de este tipo de comportamiento, que ya están explicadas, conducir de forma eficiente trae consigo una notable reducción del estrés al volante. Esta disminución, a su vez, de la tensión, implica disfrutar más de la carretera, e incluso tener una capacidad reactiva superior.
Esperamos que todos estos consejos te sirvan en tu día a día y los pongas en práctica desde este momento.